Tú

martes

Por un beso de ella, aunque solo uno fuera...


Hoy tu sonrisa ha sido una gran vida, pero cuando tus ojos lloran las luces de allá se apagarán.

No llores, no llores por mí, no pierdas el tiempo llorando por mí, porque no me lo merezco, porque tú te mereces más, no llores, no llores por ti, porque no te lo mereces, porque yo me merezco mucho más.

Nada tiene sentido, todo el mundo ha perdido el control, en realidad siempre ha sido así.

Quiero darte alas, mirar al sol, darte una luz para que te encuentres, para que veas que tienes un corazón guapo y un cuerpo de poema.

Quiero que sepas que las casualidades no nos enamoran, no somos así, vamos más allá de ellas, saltamos muros. Abrazamos al fuego, congelamos… ¿recuerdos? Nunca, nunca…

Te confesaría mil secretos, dentro de ti, dentro de mí. Solo me sale abrazar las dudas como si fuesen mis tesoros. No quiero pedirte nada, aunque a veces lo haga, solo quiero caminar a tu lado, de tu mano.

Te llevaría a la playa, abriría un cielo nuevo y te diría “Así somos, mi vida, un universo infinito” y pediría tu paz a la mar, que la guarda dentro.

No quiero ser tu carga, ni tu contrarreloj, solo pido ser yo en ti.

Paz, paz, paz… ¿verdad? Pediré por ti, a las estrellas, que te la den, que la traigan esta Navidad, a ese corazón que tanto sufre por las noches.

¿Sabes? Me gustas… tú. No el amor, no. Tú.

Tengo miedo, pero eso no importa, solo que a veces tiemblo, me tiemblan las ideas, y el amor se me olvida, perdóname, pero tengo miedo.

Nunca pensé que fuese a decir esto, pero gracias. Has salvado al amor de una forma invisible, pero lo has hecho.

Hoy no tengo ganas de llamar a la rabia, hoy no, ya sabes que existe, no todo es bueno, a veces todo es malo, pero hoy no.

No hay nada más real que esto, somos realidad, siempre, siempre. Hemos crecido como animales, somos salvajes con razón de ser, pero no te asustes, por favor.

Hoy simplemente ha salido el Sol.